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jueves, 16 de febrero de 2017

IMPACTO DEL ESTRÉS DE CALOR EN LA EFICIENCIA REPRODUCTIVA DE LAS VACAS REPETIDORAS


Introducción
El estrés calórico, afecta la eficiencia reproductiva del ganado bovino, siendo las de origen Bos indicus la de mayor tolerancia a las altas temperaturas, mientras que las de origen Bos Taurus, son más sensibles al efecto negativo del estrés calórico. Las vacas lecheras son altamente susceptible a las altas temperaturas, prueba de ello está en la reducción en fertilidad cuando este ganado es encuentra en climas cálidos o durante la época del año con mayor temperatura. Por ello, el porcentaje de concepción puede llegar a caer de 40% a 15% durante el verano. Además durante el verano existe una variación en la nutrición y ello conlleva a problemas metabólicos siendo el incremento de la urea el de mayor efecto negativo en la fertilidad. Se considera una vaca repetidora, aquella hembra que después de 3 o más inseminaciones sucesivas, con ciclos de duración normal, y sin anomalías anatómicas ni infecciosas evidentes en su aparato genital, fracasan al intentar quedar en gestación que pueden presentarse desde un 10 a 36% de repetidoras, con presentación temporal y concibiendo al cuarto servicio. Los factores que predispone pueden ser: edad de la madre, factores genéticos, procesos infecciosos, anomalías oviductales, disfunciones hormonales y muerte Embrionaria Temprana.Estrés de calor
Nuestro país, cada día trata de mejorar la producción de leche y para ello se han desarrollado cuencas lecheras en la costa peruana donde se realiza el cultivo de productos de agro exportación, lo cual durante el verano las vacas sufren de estrés de calor, donde las vacas no tienen la suficiente capacidad de disipar el calor para mantener su temperatura corporal. El incremento de temperatura se produce por las temperaturas elevadas en el ambiente o durante los procesos fisiológicos como los procesos de fermentación ruminal y metabolismo de nutrientes. Como consecuencia  de este proceso se presenta un incremento de la frecuencia respiratoria mediante el jadeo con la finalidad de eliminar el  calor.
 El estrés calórico, estimula el centro de la saciedad localizado en el hipotálamo provocando una reducción en el consumo y por consiguiente un descenso en la producción. El consumo de materia seca, puede disminuir de 20 hasta 14 kg cuando la temperatura corporal de vacas sometidas a estrés por calor asciende de 38,5 a 40 °C, por lo cual la producción lechera también se reduce de 34,3 a 27,8 kg/día. Estudios realizados en la Universidad de Arizona con vacas de alta producción (producciones superiores a 35 kg/día), consideran que las vacas lecheras comienzan a disminuir la producción cuando la temperatura rectal es superior a los 38,5 °C. En la figura 1, observamos que el grado de estrés de calor que pueden sufrir las vacas lecheras se da cuando se incrementa la temperatura ambiental con la humedad relativa.
grafico-estrés-de-calor
El estrés calórico, afecta la eficiencia reproductiva del ganado bovino, lo cual dependiendo de la raza, manifiestan mecanismos de regulación térmica bajo condiciones de estrés de calor. Algunas razas de origen Bos indicus evolucionaron en climas cálidos, lo que les confirió tolerancia a las altas temperaturas, mientras que las de origen Bos Taurus que se desarrollaron en climas fríos y templados, son mas más sensibles al efecto negativo del estrés calórico. Las vacas lecheras, son muy susceptibles a altas temperaturas y como consecuencia se ha observado una reducción en fertilidad cuando este ganado es encuentra en climas cálidos o durante la época del año con mayor temperatura. Por ello, el porcentaje de concepción puede llegar a caer hasta un 15% durante el verano.
En los últimos años, la tendencia de producción de leche se ha incrementado por la selección genética de vacas lecheras de alto rendimiento en volumen de leche y esto en conjunto con el estrés de calor han hecho que la reproducción se vea afectado de manera negativa y esto se traduce en el incremento de los días los días abiertos y días en lactación de las vacas. Además, se considera que el incremento de la producción de leche se refleja en un incremento del calor metabólico. Esta generación de calor se ha asociado con el incremento del peso vivo de las vacas lecheras, a razón que tiene un mayor aparato digestivo, lo que les permite consumir y digerir más alimento. Durante el metabolismo de los nutrientes se genera calor, el cual contribuye con el mantenimiento de la temperatura corporal, condición favorable en climas fríos. Sin embargo, en climas cálidos el calor se debe eliminar para mantener la temperatura corporal dentro de los rangos normales. La capacidad de termorregulación de la vaca lechera es insuficiente, lo cual ocasiona un incremento de la temperatura corporal. En vacas en estrés calórico es común que la temperatura alcance valores entre 39.5 a 41 °C, lo cual afecta, en primer lugar, la función celular.
En estudios realizados en época de estrés de calor, determinaron que durante los días 1 al 7 después del estro afecta el desarrollo embrionario en vacas superovuladas. En condiciones in vitro, la exposición de los embriones a temperaturas equivalentes a la temperatura rectal de las vacas bajo estrés calórico (41 °C), disminuye la proporción de embriones que llegan a la etapa de blastocisto. La susceptibilidad de los embriones al estrés calórico disminuye conforme los embriones avanzan en su desarrollo. Por ello se considera que los embriones de dos células son más susceptibles que los embriones en la etapa de mórula. Independientemente de la etapa del desarrollo en que los embriones son susceptibles al estrés térmico, el resultado final es un aumento de la muerte embrionaria. Por otro lado, el estrés calórico puede afectar el mecanismo de reconocimiento materno de la gestación. Las altas temperaturas comprometen la habilidad de los embriones para producir cantidades suficientes de interferón-τ (IFN-τ) u otros productos celulares, necesarios para el reconocimiento materno de la gestación.
Por todo esto, los Bos taurus son muy sensible a las condiciones climáticas, experimentando grados variables de infertilidad, a diferencia de los Bos indicus de raza cebuina, además de ser menos exigentes en alimentación debido a su menor producción lechera, poseen características anatómicas y funcionales que los hacen más aptos para resistir las condiciones ambientales adversas, mayor resistencia a enfermedades por lo cual mantienen tasas de fertilidad más elevadas a lo largo del año. Se ha demostrado que el estrés calórico ejerce un efecto nocivo sobre el desarrollo de folículos ováricos, nivel de progesterona y sobre la competencia ovocitaria en vacas Gyr a diferencia del ganado Holstein, donde el estrés calórico causa un inmediato deterioro sobre el desarrollo folicular. No se conoce el mecanismo exacto por el cual el estrés calórico puede afectar a los folículos y a los ovocitos, pero se ha descrito que produce daño en la comunicación intercelular entre las células de la granulosa, del cúmulus y el ovocito, afectándose la competencia del ovocito para ser fecundado y la viabilidad de las células de la granulosa y de la teca interna, induciendo cambios en la esteroidogénesis. Por tanto, algunos folículos ováricos pudieran ser afectados antes de su reclutamiento, lo que se traduce en la prolongación de los efectos del estrés térmico aún a los meses con condiciones más confortables.
Se considera como vacas repetidoras de ciclos, aquellas que después de 3 o más inseminaciones sucesivas, con ciclos de duración normal, y sin anomalías anatómicas ni infecciosas evidentes en su aparato genital, fracasan al intentar la concepción. Al largo de tiempo se ha estudiado este síndrome, donde se tiene información que en Cuba y Francia con una incidencia de 36% y 15 % respectivamente.
Vacas repetidoras
Se considera en los establos lecheros que el promedio de fertilidad se encuentra entre 50 y 55%, siendo de esperar que el 9-12% del colectivo sean vacas repetidoras; pero cuando la incidencia alcanza y sobrepasa el 15% nos encontramos ante una situación de alarma reproductiva. Aunque se describe una recuperación de la fertilidad a partir de la cuarta inseminación, las pérdidas económicas en esos casos son muy importantes, en especial por el incremento en los días abiertos y días en lactación (DEL), lo que hace que el tiempo no se tenga una siguiente progenie y nueva campaña de lactación, lo que hace que el crecimiento sostenido del establo se vea perjudicado, así como la rentabilidad de la misma. Frente a este síndrome se considera los siguientes factores que predisponen a su presentación:
Factores maternos
a) Edad de la madre
A medida que la vaca incremente su edad, la fertilidad se ve afectada de manera negativa, lo cual se considera que puede darse por una alteración de las hormonas reproductivas, donde los niveles de FSH y LH variaban como consecuencia de la edad y raza de la hembra. En estudios realizados, se determinó que la concentración de FSH estaban más elevados en vacas de 6 o más gestaciones (1,03±0,12 ng/ml), y la concentración de LH oscilaba entre 1,31±0,21 ng/ml en novillas y 2,19±0,28 ng/ml en vacas de 3 partos, disminuyendo hasta alcanzar una concentración de 0,94±0,25 ng/ml en las de 6 ó más partos.
b) Factores genéticos
En los últimos años existe una tendencia de consanguinidad y por ello se puede considerar que existen algunas anomalías cromosómicas del tipo de translocaciones 1/29 o trisomías X determinadas en las vacas repetidoras.
c) Procesos infecciosos
Actualmente, los tratamientos de lavados uterinos que se realiza a las vacas post parto, así como el medio ambiente donde se encuentran las vacas lecheras pueden llevar a un proceso infeccioso del tracto reproductivo de la hembra. Al desarrollarse infecciones uterinas, lugar donde debe de realizar el desarrollo embrionario, pero bajo condiciones desfavorables predisponen a la supervivencia del embrión sea de menor porcentaje y esto propicia la aparición de celos repetidos. Podemos considerar a la endometritis subclínica como una posible causa que pueden llevar a las vacas a fracasar en la gestación y repetir celos.
d) Anomalías oviductales
En algunas situaciones, las vacas durante el proceso de parto pueden desarrollar lesiones las cuales facilitan el ingreso de microorganismos ambientales e infecciosas; frente a esta situación el organismo responde a través de la inflamación, lo cual predispone a presentar procesos de adherencias entre ovario, bolsa ovárica u oviductos, obstrucciones uni o bilaterales de los mismos, moderado grado de hidrosálpinx, perisalpingitis y peritonitis.
e) Disfunciones hormonales
Podemos considerar a los cuerpos lúteos subfuncionales lo que predispone a un descenso en la concentración de progesterona, repercutiendo en la fertilidad de vacas Hosltein donde un 14,2% repiten celos a causa de CL subfuncionales. Esta situación puede deberse a que la progesterona plasmática es responsable de la aparición y secreción de proteínas uterinas, importantes para la correcta implantación embrionaria. Estas concentraciones más baja de esta hormona predisponen a que las proteínas uterinas también se mantengan bajas en esas vacas. Esta pobre secreción de proteínas progesterona-dependientes del endometrio podría contribuir a un fallo en el reconocimiento de la gestación, así como a la detención del desarrollo embrionario, con la consiguiente pérdida temprana del blastocisto.
f) Muerte Embrionaria Temprana
El desarrollo embrinario durante los días 16-18 es suficiente para mantener la función luteal y la gestación, ya que se libera una sustancia de origen trofoblástico (interferón tau) que impide la luteolisis. La mortalidad embrionaria temprana ha sido atribuida a perfiles de LH y progesterona irregulares, que llevan a fallos en el mantenimiento de un CL funcional. La mortalidad va a verse favorecida por mala calidad en los gametos y cigotos, defectos del medio uterino, desequilibrios hormonales y alteraciones en los mecanismos inmunitarios. Así mismo, se ha determinado que la reducción de la viabilidad embrionaria podría ser debida a la disminución del área y de la capacidad de intercambio de nutrientes y sustancias reguladoras, hecho que afectaría al proceso de diferenciación celular y que originaría la aparición de procesos degenerativos, acompañados de una ligera reducción del número de células ciliadas en el endometrio.
g) Crecimiento folicular inadecuado
Actualmente se ha propuesto que el fracaso de la gestación en vacas repetidoras podría ser debido también a una disfunción en el reclutamiento de folículos grandes durante la segunda parte del ciclo estral, dando lugar a ovulación ausente o anormal, ó asincronía temprana entre madre-embrión, produciéndose ME temprana y repetición de celos.
h) Nutrición
Después del parto es usual la presencia del balance energético negativo debido a que el rumen a un no está condicionado para producir la suficiente cantidad de ácidos grasos volátiles necesarios para producir glucosa y por ello las vacas no tendrán la suficiente energía para un reinicio de la calidad así como mantener de manera adecuada una ciclicidad normal. Por todo esto las vacas lecheras pueden aumentar el número de servicios por vaca, ya que con la consecuente bajada de peso y empeoramiento de la condición corporal, provoca desequilibrios endocrinos que afectan a la fertilidad y a otros órganos o sistemas, y del mismo modo, favorecen la aparición de enfermedades postparto, que retrasan la involución uterina y aumentan los días abiertos.
Factores paternos
En el manejo reproductivo de las vacas lecheras, siempre se considera que el problema corresponde a la hembra, por ello se deberá de considerar que el macho es importante para la reproducción bovina. Los factores que podemos considerar son los siguientes:
  • Calidad del semen y fertilidad del donante,
  • Lugar de depósito del semen y
  • Momento de depósito del semen
Durante el manejo reproductivo también debemos de considerar otras variables y ello corresponde al manejo y medio ambiente. El manejo de las vacas consideramos al trabajo post parto y al estrés de lactación; tamaño del hato, donde a mayor número de vacas los problemas reproductivos serán más evidentes hasta cursar con procesos crónicos; producción de leche, donde a mayor producción de leche, más celos repetidos y partos en épocas más frías donde se puede dar una mayor contaminación del tracto reproductivo, a razón de una mayor carga animal y presencia de mayor humedad del suelo de los corrales. .
Discusión
Durante el desarrollo del manejo reproductivo de las vacas lecheras, se debe de considerar que los factores ambientales, nutricionales y salud animal debe de ir en conjunto para así se tenga una adecuada homeostasis y facilidad de gestación. El hecho que el estrés de calor produzca un efecto sobre la salud de las vacas lecheras, predispone a que tenga un menor consumo de alimento y por ende un incremento en balance energético negativo. Por ello, esta acción hace que el manejo nutricional se realice un incremento en la característica nutricional como son los niveles de proteína y energía, lo cual predispone a enfermedades emergentes como es la acidosis ruminal sub aguda e hipocalcemia subclínica. Esta acción predispone a que los niveles de urea se incrementen en el organismo y por lo tanto se produzca un ambiente inadecuado a nivel uterino.
 Además, el estrés de calor hace que a nivel uterino se incremente la temperatura lo cual hace que la sobrevivencia embrionaria durante los primeros quince días de desarrollo, sea altamente susceptible a una mortalidad embrionaria temprana. También tendrá un efecto sobre el desarrollo de los folículos y esto hace que en algunas ocasiones sea un desarrollo parcial lo cual hace que la viabilidad sea mucho menor que los folículos formados en condiciones de frio o temperatura del estado confort de los rumiantes. Se entiende que durante el estrés de calor se produzcan sustancia opioides como son las beta endorfinas tienen un efecto sobre el hipotálamo en la liberación pulsátil de la GnRH. Bajo esta situación de niveles bajos de GnRH tendrán un efecto parcial sobre la hipófisis para la liberación de FSH y LH. Todo esto afectara la ciclicidad y desarrollo del ovocito.
 Ahora bien, si consideramos a las vacas repetidoras, se sabe muy bien que son varios factores que predisponen a esta situación reproductiva de las vacas lecheras, por ello uno de los factores a considerar es la prevalencia de enfermedades infecciosas como son las enfermedades virales de IBR y BVD, así como parasitaria de la neospora que tiene un efecto sobre la sobrevivencia del embrión y el feto para concluir la gestación. Existe situaciones que los agentes virales tienen un efecto sobre el desarrollo folicular por ende afecta su calidad al momento de la ovulación. También debemos de recordar que después del parto, dependiendo del manejo sanitario y/o presencia de enfermedades metabólicas como la hipocalcemia predisponen a una contaminación ambiental del tracto reproductivo y esto hace que exista una infección de manera ascendente; lo cual se traducirá en una metritis séptica o clínica. Muchas veces no se realiza un adecuado diagnóstico de estas patologías y más a un de presentación subclínica, lo cual afecta la mucosa uterina para una adecuada anidación del embrión. También las vacas repetidoras tienen un efecto de los niveles hormonales como son la progesterona, GnRH, FSH y LH, los cuales afectaran al desarrollo del ovocito, así como la sobrevivencia del embrión.
Las vacas repetidoras, predisponen a que los porcentajes de preñez viables y que lleguen a término sean mucho menor del 50% de tasa de concepción. Por esta razón es importante realizar la anamnesis y así obtener la siguiente información:
  • Edad de la vaca
  • Antecedentes de abortos
  • Días abiertos
  • Número de servicios para la concepción
  • Nivel de producción de leche
  • Historia de la sanidad reproductiva
  • Tiempo de espera voluntaria del establo
  • Calidad de semen.
Esta información nos ayudará a que en las vacas repetidoras, podamos identificar posible causa de esta situación reproductiva y solucionarlo antes de considerarlas parte d ela saca del establo.
Conclusiones
  • El estrés de calor tiene un efecto sobre la sobre vivencia embrionaria, así como la calidad del ovocito.
  • Las vacas repetidoras por ser un síndrome se tendrá que determinar el factor predisponente de su situación reproductiva.
  • Evaluar la calidad seminal ya que muchas veces solo se considera que las fallas reproductivas solo es debido a las hembras.
  • Implementar una estrategia de confort animal si se desea implementar transferencia de embriones en épocas de mayor calor ambiental.
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