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miércoles, 4 de octubre de 2017

MEJORAMIENTO GENÉTICO ANIMAL, ¿EL FUTURO DE LA GANADERÍA?

Un grupo de científicos de la facultad de Agronomía y Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, trabaja en el mejoramiento genético animal para aumentar la eficiencia y optimizar la producción ganadera.

genética animal

Los investigadores trabajan con organismos vivos para reproducirlos e intensificar sus cualidades positivas, según informó www.lanacion.com.ar al resaltar que el desarrollo tecnológico ha favorecido el incremento de las modificaciones de los organismos para tener ejemplares con desarrollo superior respecto de sus padres.

Con la biotecnología animal, ya sea por medio de la clonación o de la modificación genética, los investigadores han logrado trabajar con organismos vivos para reproducirlos o intensificar sus cualidades positivas, lo que les permite incrementar e intensificar los beneficios buscados adaptándose a los costos productivos”, señaló el medio, al referirse al trabajo desarrollado por los científicos argentinos y al considerar que este tema es pertinente en el futuro de la ganadería.

Miguel Novoa, gerente del laboratorio de Genética Animal de Colombia, dijo que la importancia de hacer mejoramiento genético en bovinos radica en los resultados progresivos que se alcanzan y conservan en el hato. 

Resaltó el valor que tiene invertir en alguna técnica de mejoramiento genético animal en Colombia porque se irá transmitiendo a ganaderos comerciales con lo cual se logrará el progreso en los genes del hato nacional.

Julio Olaya, gerente del laboratorio Embriogen, manifestó que los ganaderos en Colombia le deben apostar al mejoramiento genético porque con ello se disminuye el tiempo en obtener mejores generaciones de animales.

El tiempo no se ha valorado dentro de los parámetros económicos y es importante porque en ganadería cualquier decisión toma por lo menos 1 o 2 generaciones y en la medida que se haga el mejoramiento genético las decisiones de éxito o error se ven más rápido”, anotó Olaya. 

Expresó que el mejoramiento genética se soporta en una herramienta valiosa como la biotecnología y se encuentran técnicos y agremiaciones que han experimentado con el tema, pero es el ganadero quien toma la decisión de aplicarla de acuerdo a sus necesidades.

El gerente del laboratorio de Embriogen indicó que en Colombia no se han clonado bovinos: “se han hecho pasos anteriores de almacenamiento de tejidos para futuras clonaciones”.

Manifestó que la difusión de la técnica de clonación en el ámbito mundial “no ha tenido el impacto que muchos esperábamos y tal vez se demora que la tengamos en el país”.

Mejoramiento genético en Colombia

La Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán y el Fondo Nacional del Ganado, FNG, participan en el programa nacional de mejoramiento genético desde la Gerencia Técnica, dirigida por Carlos Osorio, y el área de Investigación y Desarrollo, coordinada por Héctor José Anzola. 

El proyecto de mejoramiento genético de bovinos y bufalinos con el que se pretende armar un equipo que transforme la ganadería de Colombia lo lideran la Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas Colombianas, Unaga; Fedegán-FNG, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica; el Ministerio de Agricultura e instituciones de educación superior.

                                                                                                      Por: 
CONtexto Ganadero
03 de Diciembre 2014

martes, 26 de septiembre de 2017

- ¿POR QUE CONFIAR EN EL AGRO - ?

PORTAFOLIO 25 -09 -17
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El campo está servido. La oportunidad de alimentar a más de 48 millones de compatriotas y de llegar con nuestros productos a Estados Unidos, Europa, Canadá y Corea del Sur, donde viven más de 900 millones de consumidores, es una razón de peso para confiar en el futuro del agro colombiano.

De igual manera, la existencia de más de 27 millones de hectáreas con potencial de uso agrícola, pecuario y forestal representa una gran oportunidad para la Colombia rural.

Mercados y tierra forman un binomio necesario, pero insuficiente para el éxito de nuestro sector. El factor determinante será la gente y sus decisiones hacia la ruralidad.

Quienes tenemos el honor de trabajar en los gremios debemos lograr la empresarización de la actividad rural, con enfoque de mercado, llegando al consumidor, fortaleciendo nuestros asociaciones y sus estrategias de promoción del consumo, transfiriendo conocimiento a los productores para la toma de decisiones en pro de la rentabilidad sostenible y del buen uso de los recursos naturales. 

Un buen ejemplo es la porcicultura, que del 2010 al 2016 incrementó el consumo per cápita de cerdo en Colombia de 4,8 kg. a 8,6 kg; una inversión efectiva de los recursos parafiscales de la agremiación en promoción de consumo y en transformación de sus productores que hizo posible ese gran avance. 

Quienes ocupan cargos en el Gobierno Nacional deben tomar decisiones orientadas a establecer políticas de Estado con presupuestos acordes a la importancia del sector, que promuevan la generación de bienes públicos, que incentiven la cercanía con el consumidor, la formalización laboral y que garanticen la estabilidad y la seguridad jurídica para las inversiones rurales, acompañando el esfuerzo exportador de los productores. 

Decisiones alejadas de cualquier politización de las entidades públicas, y por supuesto que garanticen el uso eficiente y equitativo del presupuesto sectorial. Sin embargo, resulta increíble que, en un momento tan crítico para la ruralidad, su presupuesto de inversión para el 2018 ($1,5 billones) tenga una reducción del 35% frente a 2017.

Quienes conforman el sistema educativo nacional, en los colegios, instituciones técnicas y universidades, deben acercar más la educación al campo, de tal forma que los programas de formación sean aplicables por los actores rurales, que los millones de jóvenes colombianos vean en el agro una oportunidad para poner en práctica sus conocimientos y generar empresas y empleo. 

La mayoría de las universidades en nuestro país tienen una visión de campo desde lo productivo con granjas experimentales, médicos veterinarios, zootecnistas y agrónomos, pero nos falta acercar a los abogados, economistas, administradores, expertos en mercadeo e innovación para fortalecer la empresarización rural.

Los trabajadores y productores del campo tienen el desafío de pasar de producir para que un tercero comercialice su esfuerzo, a producir según las necesidades y gustos de sus consumidores, a los que deben llegar directamente con productos de calidad, competitivos y diferenciados para mercados nacionales e internacionales. 

Por ejemplo, los productores de papa tienen una enorme oportunidad, pues en su cadena de comercialización hay al menos 5 intermediarios y en coyunturas como la actual, el precio al consumidor es un 329% superior al que recibe el productor y el único “valor agregado” es la lavada y el empaque. Definitivamente mucho por trabajar. 

Y por supuesto nuestros clientes también tienen un rol importante en el futuro del campo. Qué bueno será que en Colombia fortalezcamos la preferencia por los productos nacionales a la hora de hacer nuestro mercado. En la actualidad, el 70% de los colombianos prefiere marcas locales cuando se trata de alimentos; sería ideal que fuera el 90% en pocos años.

Si todos hacemos bien la tarea, este “campo” está servido. Qué bueno será evidenciar mejoras en la seguridad alimentaria, para que ese 42% de los hogares que no pueden acceder a la cantidad y calidad de los alimentos que requieren para llevar una vida sana se reduzca drásticamente en los próximos 4 años. 

Muy oportuno será que la pérdida y el desperdicio de alimentos en el país que anualmente asciende a 9,7 millones de toneladas según el DNP, y donde todos tenemos responsabilidad, los podamos eliminar y así contribuir a mejorar la seguridad alimentaria.

Satisfactorio será ver nuevos productos como el mango, la lima tahití, la panela, el cacao, el pollo y el cerdo, llegando a los mercados internacionales, al igual que se fortalece la exportación de las flores, café, banano, palma y azúcar. A julio de 2017 ya habíamos exportado otros productos no tradicionales como la gulupa (US$24mm), piña (US$10 mm), uchuvas (US$27,3) y naranja (US$3,5 mm).
Con el 2017, serían tres años consecutivos en los cuales no se cumple la meta de inflación en el país. 
Nos fortalecerá como nación la renovación de la mano de obra en el campo y la dignificación del trabajador rural, y que a la vez que tenga la tranquilidad del piso de protección social sea mucho más productivo y arraigado a las actividades rurales. 

Presentamos un completo proyecto de ley a la Ministra de Trabajo para buscar combatir la informalidad laboral del campo que asciende al 61%. No hay que olvidar que más de 3 millones de colombianos derivan su ingreso de las actividades agropecuarias.Y qué alivio sentiremos cuando el 85% de los 135 mil kilómetros de vías terciarias ya no estén en mal estado como ocurre hoy, de tal forma que nuestros alimentos puedan llegar de manera eficiente y sin pérdidas a los consumidores.

Por todo lo anterior, debemos confiar en el agro colombiano, porque su futuro depende de las decisiones que tomemos todos. Las recetas para ser exitosos, las tecnologías, el conocimiento, las políticas públicas y las oportunidades están ahí. 
El campo está servido y hay que aprovecharlo.


Jorge Enrique Bedoya 

Presidente de la SAC

domingo, 3 de septiembre de 2017

EL SUELO ES NUESTRO SOPORTE DE VIDA ¿CUÁL ES LA MEJOR MANERA PARA PRESERVARLO?

En una época donde nos encontramos con la necesidad de generar producciones extensivas y la alta cantidad de cultivos agrícolas que son destinados al consumo humano para cubrir las necesidades que día a día van en aumento, hoy hay más de 9.000 millones de personas a quienes suministrar alimentos que provienen del suelo, el cual es el soporte físico de la vida y fuente de nutrición de las plantas que se desarrollan en él, ademas de representar el hábitat de los hongos, bacterias, virus, invertebrados, insectos y animales,  todos ellos formando un ciclo de nutrientes.
Así el suelo regula y distribuye el almacenamiento de agua; inmoviliza y desintoxica materiales orgánicos e inorgánicos; y soporta infraestructuras de ingeniería.
Dentro de los cuidados de la tierra que aplican seguidamente los agricultores se encuentra la rotación de cultivos, que consiste en darle descanso al suelo, corregir la aplicación de los abonos, de esta manera elegir los que son menos propicios a producir mayor acidez a los suelos y como otra medida, elegir plantaciones que sean tolerantes a suelos más ácidos.
Sin embargo, las actividades antrópicas generadas mayoritariamente por el ser humano, se han encargado de debilitar las potencialidades del suelo, pues lleva a cabo actividades inadecuadas que son degenerativas para el suelo, como es el caso de las quemas, la tala de árboles, la contaminación con sólidos y líquidos, monocultivos y prácticas agrícolas irresponsables, sobre pastoreo, entre otras.
Este tipo de actividades dañinas para el suelo conllevan a tres grandes problemas: la erosión, los deslizamientos y la contaminación. Ello afecta la sostenibilidad de los ecosistemas y limita el uso eficiente de los suelos y por lo tanto, pone en riesgo la supervivencia de nosotros, los seres humanos.

Esta es la principal razón por la cual debemos preocuparnos en la fertilidad del suelo. Para conseguir que las plantas crezcan sanas se debe propender por un suelo equilibrado, sano y fértil.