.

Páginas

lunes, 31 de julio de 2017

AGRICULTURA SOSTENIBLE, SIETE MÉTODOS SIMPLES PARA IMPLEMENTARLA.



La agricultura sostenible contribuye a largo plazo, a mejorar el uso de recursos básicos y la calidad ambiental, ya que son los factores de los que depende la agricultura, al mismo tiempo, la agricultura sostenible satisface necesidades básicas en materia de alimentos para una población en constante crecimiento, siendo económicamente viable y mejorando la calidad de vida del productor y de todas las personas en general.

Un manejo adecuado de los agroecosistemas combina la tecnología, políticas y actividades, basadas en consideraciones ecológicas y principios económicos con la simple finalidad de mantener o aumentar la producción agrícola sin degradar el medio ambiente.

Existe un sinfín de técnicas para una agricultura sostenible que van desde lo más simple a lo más complejo. Algunas de estas técnicas importantes para una agricultura sostenible son:

Siete sencillos métodos de agricultura doméstica sustentable

1.   Administración del agua


Una de las causas de que la calidad del suelo disminuya, es una incorrecta administración del agua, que además afecta a los ríos y a la vida silvestre que dependen de ella. Para que la tierra no se encarroñe es recomendable realizar drenados de tierra, los granjeros deben tratar de cultivar solo alimentos propios adecuado de cada región, pues será más sencillo que estos alimentos se adapten al clima local. Implementar un sistema de recolección y almacenamiento de agua de lluvia es necesario para irrigar la tierra sin utilizar los mantos freáticos.

2.   Mantenimiento de la tierra

Para el mantenimiento de la tierra es necesario que esta tenga movimiento y que pueda aprovechar el aire, métodos tradicionales como el arado se siguen implementando gracias a su efectividad. Los fertilizantes naturales como el estiércol o los cultivos de cobertura, así como el uso de cenizas de carbón natural también pueden mejorar la calidad de la tierra, y, por ende, la calidad del cultivo.

3.   Limpiar la tierra a mano

Eliminar la cizaña y los hierbajos utilizando químicos será contraproducente. Lo mejor es cortar y pacer la tierra antes de que la hierba mala aparezca y se reproduzca. Claramente esta actividad deja de ser posible en grandes extensiones de tierra, donde se usa maquinaria agrícola para eliminar estos agentes que pueden sabotear nuestro cultivo.

4. Variedades de cultivo

Es recomendable no plantar por tiempos muy prolongados un mismo tipo de semilla, utilizar distintas variedades de la misma especie asegura que la diferencia genética produzca cultivos más fuertes. Las semillas transgénicas tratan de sustituir este proceso que las semillas realizan por sí mismas a través del tiempo; cabe decir que es mejor utilizar semillas no transgénicas.

      5.   Venta de cultivos locales

Empacar, transportar y almacenar cultivos también genera un consumo innecesario de energía. Utilizar semillas locales no sólo reduce la huella de carbono, sino que permite que los beneficios económicos del cultivo permanezcan en la comunidad.

6. Atraer animales que no dañen el cultivo

Antes de la aparición de los pesticidas, el hombre atraía a los depredadores de aquellos animales que diezman el cultivo. Algunos granjeros construyen refugios para pájaros y murciélagos que se alimentan de insectos; incluso compran mariquitas (catarinas en algunos países) para alimentarse de las plagas.


7. Rotación de cultivo

Otra técnica milenaria para mantener la calidad del suelo y permitir que los nutrientes vuelvan a estar disponibles para las siguientes siembras. También puede ayudar a deshacerse de enfermedades o plagas que afectaran a los cultivos anteriores.


Fuente:




No hay comentarios:

Publicar un comentario