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viernes, 30 de junio de 2017

ESTE VIERNES EL BOCADILLO VELEÑO RECIBIRÁ EL SELLO DE ORIGEN Y CALIDAD


Suministrada/ VANGUARDIA LIBERAL


Por segunda vez un producto santandereano tendrá sello de Denominación de Origen Protegida (DOP) que lo certifica como único y de excelente calidad y lo resguarda ante imitadores.
Suministrada/ VANGUARDIA LIBERAL

Desde 2012, los productores santandereanos de bocadillo trabajaron para obtener el sello. (Foto: Suministrada/ VANGUARDIA LIBERAL)                                                                         La calidad del bocadillo veleño y su origen, que es una expresión de Santander, le merecieron el sello de denominación de origen que lo certifica como un producto único y destacado en Colombia.

Este sello, otorgado por la Superintendencia de Industria y Comercio, designa un producto que por ser originario de dicha región y por las costumbres de producción tiene unas características que lo hacen diferente a productos similares realizados en otros lugares del país.

De acuerdo con Javier Morales González, representante de la Asociación de Empresarios del Bocadillo, Asoveleños, la denominación es un reconocimiento al trabajo de calidad de 100 empresas de la provincia de Vélez, al sur de Santander, organizadas en la Federación de la Cadena Productiva del Bocadillo Veleño, Fedeveleños.
"Comenzamos el proceso en 2012 y este 30 de junio nuestro producto por fin tendrá el sello. Esto es el resultado del trabajo constante y de calidad de cerca de siete mil familias, desde los productores del bocadillo y la guayaba hasta los de hoja de bijao y caja de madera", afirmó Morales.
Para cumplir con los requisitos de la Superintendencia para otorgar la DOP, los empresarios del bocadillo crearon Fedeveleños, federación que integra a todas las empresas que trabajan con la guayaba, la hoja de bijao, las cajas de madera y los productores de bocadillo de Vélez, Barbosa, Guavata, Puente Nacional, Jesús María y Moniquira.
Después de este paso, siguieron la presentación de un documento técnico donde se explica la variedad de guayaba, el trabajo de la hoja y la presentación del bocadillo, seguidos de capacitaciones, seminarios y concursos de mercado, proceso que duró cuatro años.
Además, al tradicional producto, que todo santandereano ha consumido mínimo una vez, no se le realizó ninguna modificación para lograr el sello DOP.

Es decir que el bocadillo de calidad sigue siendo el que se realiza con guayaba cultivada en Santander, sin aditivos y con una presentación única: envueltos en hoja de bijao dentro de una caja de madera.

"Es el mismo proceso y producto que nuestros abuelos le enseñaron a nuestros papás y nuestros papás a nosotros. Solo que ahora podrá ser comercializado en mercados donde aprecien la calidad, que busquen productos con sellos de origen", explicó el representante de Asoveleños.
La industria del bocadillo, que tiene lugar en municipios como Barbosa, Vélez y Guavatá, produce al año un estimado de 45 mil toneladas de bocadillo que tienen un valor de 80 mil millones de pesos.

Con este reconocimiento, los productores de bocadillo pueden defender su producto ante aquellas empresas de otras regiones del país que comercializaban un producto similar pues la DOP respalda el reconocimiento y reputación de un artículo que ha sido adquirido gracias al esfuerzo de sus fabricantes para mantener las cualidades del artículo que provienen de su zona geográfica.
"Ya recuperamos nuestro nombre, y queda claro que el bocadillo es de Vélez, Santander. Ahora sí tenemos medidas legales para frenar a las empresas que usaban nuestro nombre y nos quitaban mercado" comentó Morales.

De esta manera, el bocadillo veleño no solo quedó protegido sino que podrá venderse a un precio más alto lo que generará mayores ganancias a los productores y estos a su vez pagarán precios más justos por la guayaba de excelente calidad que se da en tierras santandereanas.
"Eso no quiere decir que todos nuestros productos van a subir de precio, solo que ahora se ofertará el bocadillo veleño normal y en ciertas referencias y tamaños como producto de origen" afirmó el representante de Asoveleños.
La Asociación de Empresarios del Bocadillo exporta al año cerca de 40 toneladas con un valor de aproximado a los 50.000 dólares.

Dos productos santandereanos de origen
A finales de junio de 2017, el bocadillo veleño se unirá al Café de Santander, producto que en agosto de 2014 fue protegido también con la denominación de origen.
El café mereció la DOP por su perfil de taza con taza limpia y balanceada  con cuerpo medio-alto; acidez media, sabores dulces, herbales, frutales y con ligeras sensaciones cítricas.
Además, el café de Santander tiene aquellas condiciones climáticas especiales y de cultivo que lo hacen original.

Con la entrega oficial de la DOP al bocadillo, serán dos los productos de estas bastas tierras que se unen al selecto grupo de 25 artículos, entre Agro-alimenticios y artesanales, comercializados como de origen a nivel nacional e internacional.


Publicada porDaniela Puentes Rueda

miércoles, 21 de junio de 2017

CON MEJORAMIENTO GENÉTICO SE OBTENDRÍAN PAPAS TOLERANTES A SEQUÍAS

Colombia: Con mejoramiento genético se obtendrían papas tolerantes a sequías

Danita Andrade Díaz, ingeniera agrónoma y estudiante del Doctorado en Ciencias Agrarias de la U.N. Sede Palmira, señala que análisis preliminares demuestran que algunos tipos de papas nativas nariñenses son tolerantes a la sequía.

Las primeras observaciones crearon la necesidad de evaluar tales especies para tener un registro que garantice que los genotipos poseen dicha característica, con el objetivo de obtener clones avanzados que puedan cruzarse con papas comerciales.

Según la investigadora Andrade, “trabajamos en la colección de germoplasma de papas que tiene el Grupo de Investigación en Producción de Frutales Andinos de la Universidad de Nariño, conformada por 100 genotipos de papas criollas y 100 de papas guatas”.

En primer lugar, se caracterizó morfológica y molecularmente su germoplasma; después, en invernadero, se evaluaron las condiciones de estrés hídrico –permanecieron sin riego seis días durante su etapa de floración-. Esta fase se llevó a cabo en la Granja Experimental Botana de la Universidad de Nariño, ubicada en Pasto.

Con estos resultados se conocieron las diferencias entre los genotipos y su respuesta ante la sequía. Los diez genotipos con mejor respuesta se seleccionaron para ver su comportamiento en campo, en cuatro zonas productoras del departamento identificadas de manera preliminar en otro objetivo del macroproyecto.

De forma paralela, se extrae el ADN y se evalúa con microsatélites relacionados a respuestas con estrés hídrico a nivel molecular. Esto para ver si en el genoma de estas papas se presentan las secuencias de tolerancia a estrés hídrico y si se han expresado durante la evaluación.

En la actualidad, la investigación se encuentra en la fase de invernadero con la totalidad de los genotipos que conforman la colección.

Este proyecto se lleva a cabo con el acompañamiento de Jaime Eduardo Muñoz, docente de la U.N. Sede Palmira, y Tulio César Lagos, docente de la Universidad de Nariño, líder del Grupo de Investigación en Producción de Frutales Andinos y coordinador del proyecto.

El potencial de las nativas
Aunque las papas nativas no tienen gran importancia económica, algunas de sus características genéticas podrían representar una excelente oportunidad para mejorar las variedades comerciales.
El cultivo de papa es una actividad económica muy importante en Nariño, donde hay cerca de 144.000 hectáreas sembradas; sin embargo, los rendimientos se encuentran por debajo del promedio nacional.

Tanto el cambio climático -en especial los cambios en parámetros como valores extremos, promedio y frecuencias de las lluvias, temperatura y humedad relativa- como el difícil acceso a los sistemas de riego y la disminución de los caudales de fuentes hídricas han sido factores decisivos en la disminución del rendimiento del cultivo, pues causan problemas productivos en las zonas tradicionales en las que se realiza esta actividad, según lo expresado en el Consolidado Agropecuario de Nariño en 2014.

La investigación forma parte del proyecto “Mejoramiento Tecnológico y Productivo del Sistema Papa en el departamento de Nariño”, financiado por el Fondo de Ciencia y Tecnología del Sistema General de Regalías.