Sin comida de calidad se reduce
la posibilidad de tener una vida sana. Esto sucede con todas las especies,
incluidos los bovinos que necesitan pastos con todos los nutrientes para
garantizar la producción.
Si el productor piensa primero en
sembrar y conservar pastos de calidad podrá tener animales más sanos que
pasarán a la leche y carne los nutrientes que igualmente necesitan los humanos
para crecer y desarrollarse.
La conservación de pastos de calidad
se logra mediante el proceso de fertilización con el cual no se pierde ninguno
de los 14 minerales y micronutrientes que deberían estar en los forrajes.
Para profundizar sobre el tema,
CONTEXTO GANADERO consultó a expertos que guiarán a los productores en el
proceso de fertilización de forrajes.
La realización de un diagnóstico
del suelo es la primera acción a ejecutar por el ganadero. Con esta conseguirá
el contenido de minerales, valor de acidez del suelo y porcentaje de materia
orgánica.
La evaluación del suelo la hace
un ingeniero agrónomo o técnico especialista para enviar a laboratorio una
muestra óptima del lote.
“Para una correcta fertilización
se hace un análisis del suelo. El diagnóstico se lee e interpreta para suplir
los nutrientes que hacen falta y para no aportar los minerales que estén
altos”, dijo Carlos Marrugo, ingeniero agrónomo y líder de pastos de Colinagro.
Alexander Navas Panadero, docente
e investigador de la facultad de ciencia agropecuaria de la Universidad de La
Salle de Colombia, manifestó que con el análisis de suelo se conocen los
requerimientos del cultivo.
¿Para qué fertilizar?
Eustorgia Méndez, profesional de
gestión productiva y salud animal de la Federación Colombiana de Ganaderos,
Fedegán, en Magangué, Bolívar, explicó que la fertilización ayuda a completar
los minerales que se agotan en el suelo porque este no los fabrica en su
totalidad.
Méndez dijo que cuando una
persona no tiene en su organismo todos los minerales para llevar una vida sana
es porque no los recibió en su dieta alimenticia y es esencial que en la leche
y carne se encuentren esos elementos que una res bien alimentada traspasa al
humano.
“Muchas veces se ve deficiencia
de algunos minerales en las personas. Eso es porque no los hubo en el alimento,
y porque el ganado tampoco los recibió de los pastos. La ganadería saca los
minerales del suelo, y es necesario retribuirle con la fertilización”, afirmó
la profesional.
De igual forma Marrugo indicó que
"las plantas requieren de 14 minerales, todos esenciales. Están los
elementos mayores: nitrógeno, fósforo, calcio, potasio, magnesio y azufre, y
los micronutrientes. Si los forrajes no los tiene en el balance adecuado, no
tendrán calidad”.
¿Cuándo y con cuánto fertilizar?
Los pastos se somenten a un
diagnóstico para conocer el tipo fertilizante a elegir, el cual tendrá los
minerales y nutrientes que más escasean en el suelo. La ración a aplicar,
explicó el líder de pastos de Coligrano, se define con el técnico.
Es decir, según las condiciones
propias de cada predio se determina tipo de producto, cantidad y tiempos de
fertilización. En este punto también se elige la fertilización líquida o
granulada. La orgánica o química.
¿Fertilización orgánica o química?
El docente de La Salle promueve
la fertilización orgánica como una alternativa sostenible en la producción
ganadera, al considerar que los sintéticos o químicos han generado “problemas
ambientales, contaminación en el agua y en algunos casos efecto invernadero”.
Afirmó que la fertilización
química incrementa los costos en la producción, mientras que la orgánica,
acompañada de especies arbóreas y de microorganismos como bacterias, causa
mejores efectos y con menos inversión y sin daños al medio ambiente.
La fertilización orgánica está
ligada, explicó Navas Panadero, al sistema de pastoreo rotacional con periodos
cortos de ocupación de animales para tener más heces y orina que aportarán, por
ejemplo, nitrógeno, lo que reducirá la opción de utilizar la fertilización
química.
“En ese sentido el pastoreo
rotacional bien manejado busca el reciclaje de nutrientes a partir de las
heces”, dijo el docente.
Marrugo consideró que ambos tipos
de fertilización son aceptables y necesarios en los forrajes, al indicar que la
orgánica, que se logra en el proceso de compostaje, se recomienda para adecuar
las condiciones del suelo.
“Adicionalmente, se requiere la
química que tiene mayores nutrientes, y si se usa adecuadamente puede ser más
económica por la alta concentración que tiene, garantizando cantidad y
disponibilidad de nutrientes”, dijo el ingeniero agrónomo. (Lea: Pastos
amarillos, sinónimo de estrés o envejecimiento)
¿Colombia tiene cultura de fertilización?
En el país cada vez hay más
cultura de fertilización en cultivos, al reconocerse que el suelo se agota, lo
que se ha visto con los cambios climáticos, pero aún falta consciencia sobre la
importancia de devolver a los pastos lo que se les extrae.
“El ganadero está cada vez más
convencido de que hay que fertilizar, pero no siempre lo hace con un criterio
técnico adecuado, sino bajo la experiencia y las costumbres”, así lo afirmó el
líder de pastos de Colinagro.
Otro punto importan que resaltó
Marrugo, es el relacionado con los costos de fertilización. Se cree que
representa un gasto y no se ha analizado que siempre habrá retribución.
“Sin fertilización no hay
producción de forrajes y sin forrajes no hay producción de leche y carne. Hay
que verla como una inversión y un componente productivo. Todo lo que se
invierte en alimentar al suelo repercute en la rentabilidad de la explotación”,
aseveró el experto.
Fertilizar para resistir a plagas
Los pastos que se fertilizan
resisten a plagas o enfermedades porque se convierte en un organismo nutrido
más tolerante a factores externos, según dijo Marrugo, al explicar que esto no
indica que se deba exceder en el uso de productos para proteger los pastos.
¿Y los pastos degradados?
Se convierte en un asunto de
prevención que apunta a proteger los forrajes antes de que se deterioren. Sin
embargo, si el productor se enfrenta a un pasto seco deberá evaluar el nivel
del daño para conocer si se puede reponer o si es mejor volver a sembrar. (Lea:
Ganadero, estire con orden los billetes para hacer rentable la finca)
Por eso aconsejó tomar decisiones
bajo criterios técnicos, igual que Marrugo, haciendo un diagnóstico del suelo.
“La fertilización basada en
análisis dará la ruta a seguir”, puntualizó el brasilero a CONtexto ganadero.
La fertilización se relaciona con
la fertilidad, capacidad de generar algo. Por eso es indispensable que los
pastos también puedan producir las sustancias necesarias para vivir y por
consiguiente producir comida para los bovinos, animales que hacen parte de la
dieta esencial de la humanidad.
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